Fumay archivos - Mis Caminos

De Givet a Fumay

20/06/2015 Samedi, destino Fumay

De nuevo remontando el Mosa, porque vamos contracorriente, nace en Francia, atraviesa Bélgica y Paises Bajos y desemboca en el Mar del Norte, junto al Rhin. La única diferencia con el Mosa que conocimos es que ya no hay navegación industrial, ya no hay cargueros, sólo se ven barcos de recreo. Las esclusas siguen apareciendo pero son más estrechas que la primera que vimos.

Por el camino hemos encontrado y comido fresas silvestres

Aunque somos personas leídas y ya conocíamos el mecanismo de las esclusas, nos gusta verlas funcionar. Hoy nos hemos parado para ver como pasaban tres barcos de recreo, han pasado los tres juntos. Después de amarrar el barco, en patrón del primero nos ha traído una bandeja con tostadas y paté. Un detalle digno de mención.

Pero antes de eso ya nos había ocurrido algo que ha hecho merecer a un francés anónimo el titulo de ‘francés bueno del día’. Nos ha adelantado un ciclista, se ha parado y nos ha preguntado si habíamos perdido algo. Como el responsable de perdidas soy yo, he empezado a hacer recuento: el sonotone en la oreja derecha, las gafas encima de la nariz, la cartera en la mochila, a la derecha, la maquina de fotos en la funda, a la izquierda, el móvil en la mano, como un breviario. Tal vez los veinte euros que llevaba en un bolsillo,… pues si era dinero, pero no los veinte euros. A Salva, al sacar el móvil, se le había caído la cartera con el dinero de la comunidad. Ciento cincuenta euros que como dicen en mi pueblo, de tenerlos a no tenerlos son trescientos. Muchas gracias a este ciclista francés.

A las orillas del Mosa, hoy, pocas cosa, todo verde, solo había algo distinto en los pueblos por los que hemos pasado.

Estamos en Fumay, no muy grande, los barcos que hemos visto pasar están atracados junto a Capitanía, que a la vez es Oficina de Turismo. Por atracar cobran 6,5 €, ya lo sabemos por si nos compramos barco.

Monumento a los caídos de las dos guerras

Hemos preguntado a unas jóvenes por un sitio para dormir, han telefoneado al cura y nos han acompañado hasta su casa. Que esperáramos. Después de tres horas de plantón hemos decidido meternos en una Gite d’etape que es como una casa de turismo rural.

Luego ya duchados hemos ido a comer/cenar a las siete, a la orilla del río, junto a los barcos, en un kiosco. Alitas de pollo y patatas fritas.

Y que sepáis que lo de hacer etapas de 40 km no es por gusto, que no queremos batir récord y acabamos muy cansados. Es porque nos engañan las circunstancias y ahora preguntamos mucho la distancia que hay a los sitios. Además, no seguimos el camino, ya que desde que hemos entrado en Francia no vemos sus señales. Tenemos claro que queremos llegar a Reims y desde allí en adelante, posiblemente las haya.

Mañana queremos ir a Rocroy. Ya veremos.

Hoy habrá tocado ya la Rondalla del Club Social de BSH Balay, me hubiera gustado estar con ellos, pero aun no he aprendido la técnica de estar en dos sitios a la vez. Que lo paséis muy bien.