Arriba a las seis, a las siete menos cuarto, ya desayunados y en camino. Todavía no ha amanecido.
No hemos sido los únicos a esa hora, el llegar hoy a Santiago y llegar pronto, ha sido la idea de muchos otros peregrinos.
Pasamos por Iria Flavia. Iglesia y cementerio en oscuridad. No sé si será en éste en el que está la tumba de Cela.
El camino de hoy, salvo los ratos por carretera, también ha tenido su encanto. Pero ha primado más el querer llegar que disfrutar de él. Ya sé que no debería de ser así.
Santuario de Nuestra Señora de la Esclavitud
Hemos hecho dos paradas técnicas, si se puede llamar así a tomarnos sendas cervezas. Técnicas o no, hay que parar de vez en cuando.
Santiago de Compostela
Aunque amenazaba lluvia, no nos ha llovido en ningún momento de nuestro camino. Hemos tenido mucha suerte en eso. Siempre que ha llovido ha sido después de llegar o cuando ya estábamos a cubierto.
A la una menos cuarto ya habíamos recogido la Compostela. Había fila que llegaba hasta la calle, pero el haberla solicitado on line nos ha echo pasar muy rápido.
En la Oficina del Peregrino
La señora que me la ha dado hablaba bien el inglés y mal el castellano. A mí se me había acabado la pila del audífono. Le he dicho por señas que ni oía ni podía hablar. Me ha tratado muy bien.
Una vez recuperada la voz, hemos ido a la iglesia de San Francisco a por la Franciscana. Había misa y después boda. Este año no ha podido ser.
Iglesia de San Francisco
Y después lo típico, fotos en la plaza. Lo de visitar al santo tampoco ha podido ser. Lo dejamos para el próximo camino.
Además, las cosas ya no son como eran. Recuerdo con nostalgia lo del santo de las croques, el poner la mano en aquella piedra, incluso la foto abrazando al Apóstol.
Hoy nada de eso puede hacerse.
Poco duró el sol. Al rato se desató una buena tormenta que nos hizo refugiarnos en los porches de la Oficina de Correos.
Después de comer, llegó nuestro amigo Jesús, que nos rescató de la lluvia y nos llevó a su casa de Cambados.
Y con esto damos por finalizado este corto camino portugués por la variante espiritual.
Galería
Solo quedan dieciseis kilómetrosRecibimiento a ritmo de MuñeiraPeregrino Miguel ÁngelPeregrino CayetanoPeregrino AntonioPerfecta curvatura. Bóveda de arista.Patio de la Universidad de Fonseca
Hoy no ha hecho falta madrugar. También los últimos en salir.
La salida previa a la calle es nuestra mejor previsión del tiempo. No hace frío, pero llueve. Y nos dice, sin ninguna duda, como vestir para el camino.
Hoy nos pide chubasquero, paraguas y protector de mochila.
En el barquito
El barquito que nos llevará a Puentecesures sale puntual, a las nueve. Llegamos los primeros, pero enseguida se llena de peregrinos.
Ocupamos babor y estribor hasta la proa y dejamos libre la popa, donde hay una «terracita» a la que, conforme perdemos el respeto, salimos a hacer fotografías.
Bateas
Al timón un barbudo capitán de barco y en su apoyo una joven ataviada con la típica ropa marinera impermeable.
El capitán, cada poco tiempo, reduce la velocidad para que disminuya el ruido del motor y nos da informaciones sobre lo que vamos viendo: Las bateas de mejillones; las islas; las localidades costeras; los numerosos cruceiros; etc.
Cruceiros
Me da igual prestar poca o mucha atención, ya sé de antemano, que cuando acabe el viaje no me acordaré de casi nada. Como así acabo de comprobar.
Lo que si hago es hacer fotos y tomar algún vídeo.
Padrón
A las diez y media ya nos deja en tierra. Cruzamos el río Ulla por el puente romano de Pontecesures y tras caminar unos tres kilómetros llegamos Padrón.
Puente romano de Pontecesures
Vamos sobrados de tiempo y de energía, hoy hemos empleado poca.
Una representación del Pedrón a la entrada de Padrón
Vemos al entrar en Padrón, el monumento a Camilo José Cela, premio Nobel de literatura 1989. Ahí está con sus huevazos.
Camilo José Cela
En el lado contrario del paseo, Doña Rosalía de Castro. Referente de la cultura gallega. En Padrón paso sus últimos años y tiene aquí una casa museo.
Rosalía de Castro
Visitamos la iglesia de Santiago, donde está el famoso Pedrón. Se supone que en esa piedra, los discípulos de Santiago, amarraron la barca, también de piedra, en la que traían su cuerpo. Mucho suponer me parece.
Iglesia de SantiagoEl famoso Pedrón bajo el altar mayorDos peregrinos
En oficina de Información y Turismo hemos solicitado la Pedronía, que es otro papelico, del tipo de la Compostela, que se da aquí, en Padrón. Hasta hace poco, era gratis. Ahora ya cobran dos euritos. ¡Al peregrino de paso, cañazo!
PedroníaMonumento A Sementeira
Buscamos un lugar para comer, de menú, si es posible. Tarea difícil. Todos van a la carta. A la carta más alta. Pero insistiendo hemos dado con un restaurante con menú asequible. El Restaurante El Grilo (El Grillo).
Estamos hospedados en el albergue A Parada do Camiño. Para mí, el peor de los que hemos estado. Ya pongo, que para mí.
La litera de abajo (arriba ni me lo planteo), está a quince centímetros del suelo. Va a ser un suplicio levantarse para ir al WC por la noche.
He cenado un bocadillo de embutido con un Albariño.
Mañana la última etapa. La más larga aunque no la más dura. Llegaremos a Santiago. Habrá que madrugar más que estos días pasados. Pero acostándonos a las horas que solemos hacerlo, no tendremos problemas de sueño.
El hecho de que Armenteira esté en alto y la ría de Arousa a nivel del mar, nos ha hecho suponer que la etapa de hoy sería de suave bajada. Y así ha sido.
Nos hemos levantado, de forma premeditada, los últimos de nuestra habitación. Hemos podido prepararnos bien sin molestias ni apreturas.
Como siempre, antes de empezar, salida a la puerta del albergue a ver el tiempo que hace. Perfecto, no hace frío y el cielo está despejado.
No llevábamos andados ni trescientos metros, cuando me tengo que replantear lo de la etapa más bonita del camino. Después de haberlo hecho, creo firmemente, que es ésta.
Discurre al lado del río Armenteira y no soy capaz de describirla con palabras. Prefiero poner algunas fotos y deciros «venir a andar por aqui».
La Ruta de la Piedra y el Agua es un sendero de unos ocho kilómetros, caminos de tierra, bosque de ribera y elementos de granito cubiertos de musgo.
Puente sobre el río Umia
Al final de este bonito paseo, en un lugar estratégico, un barcito donde complementar con unos pinchos de tortilla el precario café con leche de la máquina del albergue.
Río Umia
Después el camino acompaña al caudaloso río Umia durante un buen tramo.
Vilanova de Arousa
La entrada a Vilanova se realiza por la larga pasarela peatonal de O’Terrón.
Pasarela O Terrón
El albergue de hoy se llama A Corticela. Llegamos los primeros. Hay que tener en cuenta, que la Variante Espiritual, no es el camino elegido por la mayoría de los peregrinos que hacen el Camino Portugués. Muchos, de Pontevedra siguieron hasta Caldas do Rei.
Estamos hospedados en el albergue A Corticela. Dos cuartos con literas de dos alturas. Un baño para mujeres y otro para hombres, una salita común con microondas, frigorífico y televisor.
A Peixeira
Hoy hemos comido en un restaurante a la orilla de la ría, el Pe de Cuba.
Por la tarde hemos lavado y secado la ropa de los tres, en una lavandería cercana y dado una vuelta por Vilanova. Es la ciudad natal de Don Ramón del Valle-Inclán y tiene aquí, en la casa en la que nació, un Museo.
Una Estrella de Galicia con puñado de cacahuetes, ha sido nuestra cena.
Mañana, será un día descanso. Nos llevan en barca hasta Padrón.
Hoy, en el hotel Alda, teníamos preparado un buen desayuno. Casi nos vamos sin probarlo, pero el amigo Tano, que ha bajado por las escaleras en vez de en ascensor, se ha dado cuenta y nos ha avisado.
La etapa de hoy ha sido de diseño. De esas en las que me salto las flechas amarillas y llegó a mi destino de una forma más eficiente.
Además para su cálculo cuento ahora con una gran ayuda: la inteligencia artificial. Si, hasta para eso sirve.
Le pedí una ruta que acortara el camino y evitara carreteras que pudieran ser peligrosas, como la PO-308.
Saliendo de Pontevedra
Me hizo un track paralelo a la costa que nos ponía en Combarro en siete kilómetros.
Hemos pasado por el Monasterio del Poio. No lo hemos podido visitar por llegar demasiado pronto. Hasta las diez no era visitable. Pero no se ha librado de unas cuantas fotos.
Combarro
Al fondo Combarro
En Combarro, paradita para consultar las Estrellas y para fotografiar la ría y los famosos hórreos.
Uno de los muchos hórreos de Combarro
Desde Combarro hasta Armenteira, subida no muy fuerte hasta los doscientos sesenta metros de altitud.
Armenteira
Gracias a la reducción de kilometraje conseguida, hemos podido llegar al albergue San Ero antes de que empezara la lluvia.
Para ir a comer, ha habido que protegerse bien para el agua, chubasquero y paraguas.
Comemos en el Café – Bar A Fonte. Bien. Como no paraba de llover hemos estado allí, alargando la sobremesa casi tres horas. Gran paciencia la del dueño.
En ese tiempo, y a pesar de la fuerte lluvia, aún me he atrevido a acercarme al Monasterio de A Armenteira.
Claustro
He podido visitar la iglesia, el Claustro y nada más. A las siete de la tarde dan la bendición a los peregrinos. Yo ya me he mojado mucho en mi primera visita y no volveré. Me doy por bendecido.
Altar mayor. Monasterio de Armenteira
Bendición del peregrino
Que la luz y el amor de Dios bendigan y dirijan tus pasos.
Que los caminos se abran a tu encuentro.
Que abras tu corazón al silencio y guardes con gratitud el recuerdo bello de las cosas buenas.
Que Dios te lleve de su mano hasta los brazos de Santiago.
Y vuelvas a tu casa lleno de luz y de alegría.
El albergue está muy bien, sin apreturas y con todos los servicios que se pueden pedir. Es necesario el saco de dormir. Solo llevamos el saco sábana, ese de seda, finito.
Nos alquilan mantas a dos euros.
Nuestro albergue de hoy
Pues aunque esté bien, el albergue me resulta incómodo. Para próximos caminos «albergue» desaparecerá de mis opciones. Me he vuelto muy fino.
Mañana vamos a ir a Vilanova de Arousa, donde para más inri nos volveremos a hospedar en un albergue. No aprendemos.
A las seis y cuarto de la mañana se recuperaba en fluido eléctrico en Redondela. Según me he enterado, mucho más tarde que en otros lugares del país.
Santa Mariña, saliendo de Redondela
Por fin hemos podido cargar los móviles, ya agonizantes, y ponernos en contacto con la familia. Y hacernos unos cafés con leche con el microondas del apartamento, que hasta hacía poco lo teníamos de simple decoración.
Al poco rato de salir del núcleo urbano de Redondela, empieza uno de los caminos más bonitos que recuerdo, y recuerdo muchos. Bosques de eucaliptos, suelos de piedra, tierra y barro, vistas sobre la ría de Vigo.
Cruce del Ponte Sanpaio, donde se libró una batalla contra el ejercito de Napoleón en el 1809. Por cierto, les ganamos.
Ponte San Paio«A Virxe da Barca di que non quere ser francesa.»
La entrada a Pontevedra acompañando al río Tomeza, por el camino alternativo, también genial.
Semejantes paisajes, tienen un precio. Cuestas interminables con elevada inclinación, ora hacia arriba, ora hacia abajo, en las que más de una vez he tenido que parar para recuperar el aliento.
Foto desde el puente
En el recorrido hemos hecho dos paradas, una en Arcade y otra en unos de los muchos puestos que los lugareños montan en la linde del camino para hacer su negocio.
Hoy había de todo: niños vendiendo botellines de agua; baratijas típicas del camino; un guitarrista que con su guitarra eléctrica simulaba sonidos de gaita; un gaitero que no tenía que simular nada; bebidas; frutas; vieiras; todo muy peregrino y mucho peregrino.
Cayetano y su bordón de diseño, y Miguel sujetando el muro.
Pontevedra
Un poco antes de entrar en Pontevedra, he buscado, en Google, cómo no, «menú peregrino en Pontevedra» y nos ha recomendado el restaurante Rincón Peregrino. Lugar cien por cien recomendable. Hemos comido muy, muy bien.
Estamos hospedados en el hotel Alda Centro. Han tardado lo indecible en preparar nuestra habitación, y cuando han dado la llave a otra pareja que había venido mucho más tarde, he saltado. Hacía mucho que no discutía y me he quedado muy descansado. Cinco minutos más y ya estábamos en la habitación.
Por la tarde hemos salido a ver la ciudad. Foto por aquí, foto por allá.
Virgen Peregrina, patrona del Camino Portugués.
Hemos estado en la iglesia, en forma de vieira de la Virgen Peregrina, donde nos hemos enterado que es la patrona del Camino de Santiago Portugués.
Fuente de los niñosHaciendo amistades
Con unas piezas de fruta, hemos improvisado nuestra cena. Y a la cama como buenos chicos.
Mañana iremos a Armenteira, y nos hospedaremos en su Albergue.
Tras desayunar en O Porriño, comenzamos nuestra etapa.
Ya quedan menos de 100 km.
Por resumirla mucho, puedo decir: dos cuartos de etapa, por un polígono industrial larguísimo. Llano y cemento. Otro cuarto de etapa cuesta arriba, dura, muy dura y el cuarto cuarto, cuesta abajo, muy pendiente, también un suplicio para rodillas.
Nos asombra un poco la cantidad de peregrinos que estamos en estas fechas en este camino.
Hoy he echado en falta el bordón.
La única parada en el Concello de Mos. Con Estrella de Galicia en el Pazo de Mos, que da nombre al concello.
Pazo de Mos
Durante kilómetros hemos estado oyendo explosiones, con intervalos de quince minutos. No sabíamos que podría ser.
Redondela
No perdemos la ilusión
Llegamos a buena hora a Redondela. Nos enteramos que se celebra el «Lunes del Cristo«. Es fiesta en el lugar, establecimientos cerrados.
El gran apagón
Vamos al Bar La Farola, donde el servicio de correos nos ha dejado las mochilas. Mientras tomábamos nuestra Estrella, se ha ido la luz en el local.
En el local, en Redondela, en España y Portugal.
Se ha ido la luz, internet, telefonía, todas las cosas tecnologícas que nos han hecho tan dependientes.
Mi habitación. ¡Esto si!
Hemos empezado a hablar del tema un poco de cachondeo y conforme hablábamos nos hemos ido dando cuenta de la gravedad de la situación.
Pazo de Vilavella. Redondela.Vilavella. Interior.
A nosotros, salvo por la comunicación con la familia, nos ha afectado relativamente poco.
Movernos con velas por el apartamento y no poder utilizar sus electrodomésticos, creo que han sido los mayores problemas. Eso y la incertidumbre.
Las cervezas seguían saliendo frías.
Hemos salido un ratito a ver la parada previa a la procesión. Y ya, el resto, lo hemos oído desde el apartamento Sentir Galicia. No nos hacía ninguna ilusión volver a él a oscuras.
Mañana, si la vida es enciende de nuevo, iremos a Pontevedra.
A las ocho de la mañana, ya pertrechados con nuestra mochila pequeña, excepto Cayetano, que se sigue atreviendo con la grande, nos disponemos a buscar un sitio para desayunar. No hemos tardado mucho y muy cerquita del Hotel, hemos podido hacerlo.
El camino es muy bonito, con algunos momentos espectaculares y por contrapartida otros perfectamente olvidables, como los muchos kilómetros por asfalto.
Vamos conociendo peregrinos que están haciendo el mismo camino. Ha habido un momento curioso. Un peregrino nos hacía una foto cuando venían en sentido contrario un grupo de ciclistas.
Han parado y todos se han puesto detrás de nosotros.
¡Yo también quiero salir!
A mitad de etapa, en 6666, hemos hecho una paradita para repostar. Unas Estrellas de Galicia y sus tapas, cortesía de la casa. Sana costumbre que podían copiar los hosteleros del resto de España.
Aunque se estaba muy bien en la terraza, ha habido que continuar.
La foto de todos los años
O Porriño
Hemos llegado muy pronto. La etapa de hoy era muy corta. Unos 18 kms. desde Valença.
Estamos hospedados en un albergue privado. El Camino de Santiago. Dos literas bajas y Cayetano en la de arriba.
Está completo. Se oyen voces en todos los idiomas, pero el portugués y el español, predominan.
Albergue Camino Santiago. O Porriño
Ya no estoy para este tipo de hospedaje. Hacer la cama en un espacio reducido, compartir duchas, servicios,… habitación, no me gusta. Quiero mi intimidad.
Salimos a comer. Una tostada con cosas en un sitio, una tapa de paella en otro, un café y chupito en un tercero.
Ayuntamiento de O Porriño
Un rato al albergue a reposar por semejante esfuerzo.
O Porriño
Y vuelta a lo mismo, paseo por O Porriño, helado y bocata de jamón. Nos damos por cenados.
Definitivo regreso al albergue y a las diez de la noche ya pensando en acostarme.
Mañana iremos a Redondela. Otra etapa muy corta.
📅 27/04/2025 – La etapa, en números
👣 Pasos
📏 Kilómetros
Día
25.700
Día
18.00
Acum.
25.700
Acum.
18.00
Galería
A veces me siento vulnerable y entonces recuerdo al peregrino que hubo en mí no hace tantos años, capaz de recorrer etapas de 40 kilómetros con la mochila a la espalda, por un país extraño, sin cruzar palabra con nadie en mi idioma durante semanas. Y me veo ahora, débil, fatigado en las cuestas, aunque sea el servicio de correos quien me lleve la mochila.
Pero sigo caminando. Y mientras haya camino, hay también un poco de aquel peregrino.
Junto a Miguel Ángel, tomamos el AVE hasta Madrid. El viaje, como siempre en el AVE, rápido y sin historias, solo un momento de atención al pasar por Salillas de Jalón, para comprobar que todo está bien.
En Madrid, en la parada del autobús que nos llevará al aeropuerto, nos espera Cayetano, guardándonos un lugar avanzado en la larga fila.
Casi pasamos más tiempo en el autobús, camino del aeropuerto, que en el propio tren. El tráfico en Madrid sigue siendo desesperante.
Terminal 2. Llegar allí es hacer media etapa. Volamos hasta Vigo.
Los tres en el avión de Air Europa
Nos espera nuestro gran amigo Jesús, al que nunca le podremos agradecer bastante todo lo que hace por nosotros. Ha venido de propio desde Cambados para llevarnos hasta Tuy, donde tenemos reserva en el Hotel Colón.
Valença do Miño
Visitando la Ciudadela de Valença do Miño
Dejamos las mochilas en la habitación y, sin perder tiempo, Jesús nos lleva a Valença do Miño, en Portugal. Se nos ocurre que si regresamos andando desde Valença, de una forma muy sencilla, solo con tres kilómetros convertimos un camino local en un camino internacional.
Ciudadela de Valença do Miño
Ya sin Jesús, que tiene que regresar a Santiago, visitamos la Fortaleza de Valença do Miño. Está como la recordaba, con sus toallas de playa y sus pañitos de cocina.
En la Oficina de Información y Turismo, conseguimos nuestro primer sello.
Empieza el camino
Y por allí también, hacemos las primeras fotos con esa emoción que dan todos los principios.
San Teotônio
Buscamos las señales del Camino y damos comienzo a nuestra caminata. Cruzamos el río Miño, frontera natural entre España y Portugal, por el impresionante puente internacional de Tuy.
Puente Internacional de Tuy
Cayetano y Miguel, de puente.
Tuy
En la subida hacia la Catedral de Tuy, el empedrado y las casas de piedra nos recuerdan que estamos pisando historia. Aunque visitarla ha sido imposible, su presencia imponente y el sello en la credencial marcan el verdadero inicio: ahora sí, el Camino ha comenzado.
Catedral de Tuy
Tuy está de fiestas y encontrar un sitio para cenar no resulta nada fácil. Después de dar unas cuantas vueltas, conseguimos un lugar donde sirven platos combinados. Al verlos caímos en la cuenta de que estábamos en Galicia. Aquí la gastronomía es de otro mundo.
Ya cenados, nos vamos al hotel sin más historias. Mañana toca llegar a O Porriño, y eso, aunque corto, hay que hacerlo andando.
Cayetano AlonsoMiguel Ángel BlascoJesús RodriguezPrimer selloCuatro amigosPuente internacional de TuyRío MiñoSan TeotônioPórtico de la Catedral de Tuy
Esta noche tampoco estoy durmiendo bien. Son las dos de la madrugada cuando escribo esto. No se si será por cerrar el ciclo tal como lo empecé, porque el pulpo de la comida del medio día juguetea en mi estómago o porque el café descafeinado no era tan descafeinado. Así que recurro a esto de escribir hasta que se me acabe la bateria interna y me quede frito. Tengo todos los días incompletos, y con falta de fotos.
Despertador a las seis y media. Queremos llegar a la estación con suficiente tiempo para no hacer nervios.
De corazón a corazón, hay un camino
A las siete y cuarto, sin desayunar, ya estamos en la estación. Nuestro tren, con destino a Madrid, saldrá a las 7:45.
Llegando a la estación
Pasamos el control de equipajes, hasta este viaje nunca me había sido necesario el pasarlo. Han cambiado muchas cosas.
Un selfie antes de embarcar
El viaje hasta Madrid resulta largo. Arrastramos cansancio y vamos los tres adormilados a ratos, a ratos mirando el móvil.
Actualizando el blog cuando hay cobertura
A mis soledades voy de mis soledades vengo porque para andar conmigo me bastan mis pensamientos
Romance de El solitario. Félix Lope de Vega y Carpio
Llegamos a Madrid con una hora de retraso. Casi no nos da tiempo de despedirnos de Cayetano, él se queda en Chamartín. El tiempo que teníamos para llegar a Atocha desde Chamartín, y tomar algo allí para deshacer el ayuno, se ha reducido notablemente.
Aún así hemos podido comernos un bocadillo de los de aquí, pequeño y caro.
La puntilla ha sido que el Iryo ha salido con media hora de retraso. Este tren no tiene en su oferta pagar nada si llega tarde y tienen preferencia los AVE’s.
Una cosa que nos choca y hay que tener en cuenta es que los asientos miran hacia Madrid. Es decir, vamos sentados de espaldas a la dirección de la marcha. Hay personas que seguro se marean.
Yo sigo con la matraca esta de escribir el blog y, a ratos, mirar por la ventanilla.
Adormecido, solo espabilo cuando falta poco para llegar a Salillas de Jalón.
Una cinta si tu piensas en mí
Apenas me bajo del recuerdo, ya hay que bajarse de tren en la Estación Delicias.
Alli nos espera Marina, la señora de Miguel Ángel. Me dejan, con su coche, en la puerta de mi casa.
La llegada
Y aquí se acaba la historia de este cortito Camino de Santiago. Como siempre, gratificante y lleno de vivencias.
Mi agradecimiento a mis compañeros Cayetano que me ha ayudado muchísimo y, sobre todo, a Miguel Ángel que ha organizado el viaje y su logística mejor que una agencia de turismo.
También a Jesús Rodríguez por venir, de propio, como decimos los maños, a estar con nosotros y por el estupendo obsequio que nos hizo.
Gracias también a Demetrio Sánchez por nuestro encuentro en Madrid. Y a María Dacuña y Guilherme Ribeiro por venir a recibirnos a nuestra llegada a Santiago.
Hoy hemos madrugado un poco más porque queríamos entrar pronto en Santiago.
El desayuno ha sido en el Restaurante Cortés, abierto desde las siete de la mañana. Lo conocimos ayer en nuestra vuelta de inspección de Sigüeiro.
A los pocos kilómetros nos encontramos con estas amigas. No perdemos la oportunidad de hacernos fotos. Me imagino que será raro el peregrino que no la haga. Todos buscamos cosas como estas para recordar.
En el camino se hacen amigos
Cárceles y caminos, hacen amigos
Nos volvemos a encontrar con los peregrinos portugueses del incidente del pantalón. Tal vez no volvamos a vernos y decidimos hacernos unas fotos juntos e intercambiar números de teléfono.
Bienaventurado eres, peregrino, si lo que más te preocupa no es llegar, sino llegar con los otros
El camino hasta Santiago es corto, no llega a dieciséis kilómetros. Los diez primeros son realmente bonitos, sobre todo lo que llaman el Bosque Encantado.
Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que el camino te abre los ojos a lo que no se ve
Llegamos al Bosque EncantadoUn poquito acelerados 😀
Hacemos una parada en La Posada del Peregrino, porque el nivel de Estrella de Galicia estaba bajando por momentos. También hay un motivo «fotografíable».
Perfecto encaje de CayetanoMe gustó y le saqué una foto. A la entrada de Santiago
Nuestro amigo Jesús, peregrino con el que terminé el Camino Roma – Santiago, ha pedido un día de permiso en su trabajo y nos espera a cinco kilómetros de la Catedral.
Jesús nos ha hecho un obsequio impresionante
¡Espectacular!Con Jesús
Juntos, los cuatro, hacemos la entrada en la Plaza del Obradoiro. Llevamos puestas unas camisetas que hemos decorado con nuestras fotos y la leyenda Camino Inglés, 2024.
El motivo de las camisetas
La entrada en la Plaza, aunque por diferentes calles que otros caminos, llega también al arco donde se pone el gaitero a recibir a los peregrinos.
Esta vez, era gaitera y debía estar en el cambio de turno porque estaba recogiendo y no nos ha tocado la gaita.
Perooo, como hemos dado tantas vueltas por Santiago. En una de ellas lo he podido grabar. Nunca he sabido si toca una melodía determinada o aprovecha la afinación del instrumento para tocar lo que le viene en gana. Voto por la dos.
En la Plaza del Obradoiro nos esperaba María Dacuña, eterna peregrina de mil caminos. La conocí en Ourense cuando hice el camino de la Plata.
No estamos gordos, es que las camisetas nos vienen justas 😂
Estaba con ella un chico joven, cuya cara me sonaba. Y tanto, era Guilherme Ribeiro, peregrino y hospitalero. Hace años me entrevistó para hacer un trabajo de investigación.
Con Guilherme Ribeiro
Aunque ya tenemos muchas, recoger la Compostela, es algo que sigue haciendo ilusión y no puede faltar. Ahora, con la solicitud online, no hay que esperar apenas. Una vez comprobados los datos, ya sale impresa.
Mi CompostelaOficina del Peregrino
De nuevo en la Plaza, fotos sin parar, hay que recordar el día de nuestra llegada.
Guilherme, que está cursando la carrera de Geografía e Historia en la Universidad de Santiago, nos ha enseñado lugares que pocos conocen. Algunos, realmente curiosos, como el «agujero negro» de los deseos, por lo menos así lo bautizo yo. El Carallo 29. Las dos calles más estrechas de Santiago. Y otro extremadamente bonito: la biblioteca de su Universidad.
Agujero negro de los deseosCaralho 29Segunda calle más estrecha de Santiago. Entre RuasCalle más estrecha de SantiagoBiblioteca de la facultad de Geografía e Historia. USC
Hemos ido a comer todos, María, Guilherme, Cayetano, Jesús, Miguel Ángel, Antonio Soriano, un peregrino de 79 años, que está haciendo los caminos desde las cuatro provincias gallegas, una peregrina italiana y yo, al Restaurante Damajuana.
A la entrada del restaurante DamajuanaMaría envía esta información todos los días
Nos despedimos de los amigos y dedicamos un tiempo antes de ir al hotel a comprar regalos para la familia.
Una escena típica de Santiago. Ver pasar a la tuna.
Por la tarde, duchadicos ya y más relajados, vamos a ver al apóstol, que está donde lo dejamos la otra vez. Aunque me ha parecido que los que lo cuidan son cada día más sosos. Prohibido esto, prohibido lo otro, prohibido hacer fotos. Pues no hay fotos.
Ha estado todo el día que si llovía que si no. Por la tarde, ya se ha decidido y llovía con ganas. Y cuanto más llovía menos ganas daba de pasear por Santiago.
No hay camino que no tenga fin.
Séneca
El hotel en el que estamos es el hotel México P.R. en la calle República Argentina. Tal vez sea la cuarta vez que estoy hospedado en él. Está a diez minutos de la Estación de Tren.
Mañana regresamos a casa, Cayetano a Alicante, Miguel Ángel y yo, a Zaragoza.
Bienaventurado eres, peregrino, porque has descubierto que el camino comienza cuando se acaba
El despertador sigue sonando a las siete, aunque los tres llevamos rato despiertos. Sin prisas, pero sin pausas, vamos entrando en el baño, a hacer lo que se hace en el baño.
A las siete y media estamos listos para bajar, dejar las mochilas en recepción y pasar al bar a desayunar.
El bar, a esta hora de la mañana, lleno de peregrinos, equipados con indumentarias llamativas, hablando diferentes idiomas, italiano, portugués, inglés, francés y español, se asemeja a la cantina de la Guerra de las Galaxias. Solo faltan C3PO y R2-D2.
Me persigue la Sociedad General de Autores Interés-paciales
Nos encontramos con un tiempo fresco y nublado que desaparece por arte de magia después del café con leche y el cruasán con mantequilla.
Así está de bonita la mañana
La etapa más bonita de este Camino, en mi opinión, por los lugares por los que pasamos y por lo suave de sus cuestas. Por supuesto sin contar con la de mañana, que está por ver.
El camino de la vida es increíblemente sinuoso y ningún camino es igual. Sin embargo, debes aprender durante el viaje y no en el destino.
Don Williams Jr.
Pasamos por un parque temático, con dinosaurio incluido.
Rincones realmente bellos
Prefiero soportar el peso de una mochila que el peso de la rutina
San Paio de BuscásSan Paio = San Pelayo
Contempla cada camino de cerca, entonces hazte esta pregunta crucial: ¿me lleva el corazón por esta ruta? Si lo hace, entonces el camino es bueno. Si no es así, es inútil.
Carlos Castañeda
Caminos con dosel de eucalipto
Solo hay dos puntos de avituallamiento (tal vez tres). En el kilómetro siete y en kilometro once. Elegimos el de los once para hacer nuestra primera y única parada.
O Cruceiro, en A Calle (Ordres)
Parece que en todo el Inglés se han puesto de acuerdo en los bocadillos, el mismo pan, el mismo tamaño, lo mismo dentro y hasta el mismo precio. Así que pedimos lo mismo de siempre. No por repetitivo deja de estar bueno.
Típical bocata
No hacen falta motivos para el Camino. Él mismo es el motivo
Y en cada concello su iglesia
El camino arriba y abajo es uno y el mismo.
Heráclto de Efeso
Tendrá razón Heráclito, pero llevo mejor las cuestas abajo
Llegamos a Sigüeiro a las dos y cuarto. Al albergue Mirás. Restaurante abajo, habitaciones arriba. Estamos en una con dos literas de dos camas solo para nosotros.
Salón social del albergue Mirás
Se ha vuelto a sacrificar Cayetano, tomando la de arriba. Es un buen amigo que no solo hace eso por nosotros. A mí, cada día, me ayuda a ponerme los calcetines. Es una ayuda inestimable que tengo que reconocer públicamente.
En el albergue hay maquinas de lavado y secado de ropa y aprovechamos para hacer la colada de todo lo sucio.
Esperamos que las maquinas acaben su labor, tomando unas estrellas de aquí. Vamos a dejar la Vía Láctea sin Estrellas.
No comemos, ninguno dice tener hambre.
Miguel y yo salimos a dar una vuelta por Sigüeiro. Ha sido una vuelta muy corta.
Mascota do concello¡Cuánto nos gustan estas cosicas!
Las dos personas a las que hemos preguntado han dicho lo mismo: que Sigüeiro era muy pequeño y apenas tiene nada de bonito.
El Río Tambre a su paso por Sigüeiro
No sabemos si será verdad. Aún así, vamos a ver, por fuera, la iglesia, que está cerrada.
Iglesia de San Andrés de Barciela
Alli conocemos a Ricardo y su señora. Tienen tienda de artesanía en Santiago, Richard Souvenirs y nos recomiendan un sitio para comer en Santiago, el Damajuana, al lado de la catedral.
Nuestra idea era cenar un plato de cuchara, caldo gallego o algo así. Pero en ninguno de los dos bares que tenemos referencias, tienen de eso para las cenas.
En el mismo restaurante del albergue, pedimos tres medias raciones de cosas variadas. No me explico como serán las raciones enteras. Algo exageradicos para comer ya son en esta tierra.
Mi media ración
Y a las veintidós, hora peninsular, nos metemos en la cama.
Mientras Miguel Ángel y Cayetano, rezan sus oraciones, yo, escribo esto.
Para mañana ponemos el despertador un cuarto de hora antes de lo habitual. El baño es compartido y hay muchos peregrinos.
En Santiago, además del apóstol, nos esperará nuestro amigo Jesús, el carpintero. Pero no el de Nazaret, sino el de Cambados.
Y María, pero no la madre de Jesús, sino María Dacuña, una peregrina conocida nuestra.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino.
Despertador a las 7, pero con menos prisas que otros días. Ya que en Aragón es fiesta, nos vamos a tomar alguna licencia.
Hemos desayunado en el albergue. Tiene maquinitas de café a un euro y ya, en la calle, pero en la misma puerta, hay otra expendedora de cosas varias. Elegimos tres Kinders Buenos.
Ayer ya vimos por donde salía el camino y no hemos tardado en conectar con él.
Chorradicas que hacemos los peregrinos
La página de Gronze.com marca la etapa como dura. Vamos preparados para todo.
Sobre todo para el frío, que llevamos días oyendo que van a bajar las temperaturas.
A nosotros, tanto la etapa como el tiempo, nos han parecido más suaves que ayer. Las cuestas, que las ha habido, han sido menos pendientes, aunque quizás más largas.
Los paisajes sorprendentes. Bosques de altos eucaliptos e intensamente verdes.
Cayetano, diciendo adiós a uno de los concellos.
Estás muy ocupado ahora, quieres lograr todo, pero no mires solo hacia adelante, ¡fíjate que el camino también es hermoso! A medida que se envejece y miras hacia atrás en su vida, te darás cuenta de que deberías haberse detenido a pensar varias veces en lugar de apresurarte.
Ellen De Visser
Cuando el camino es largo, un buen amigo nunca es demasiado.
Proverbio chino
Y en cada concello un poquito grande, una iglesia con cementerio adosado.
Otra cosa a destacar es que las zonas de servicio a peregrinos son más escasas que en otras etapas y más separadas. Por eso, las hemos aprovechado bien, en las dos únicas ocasiones que se han presentado.
La primera en Meangos. Un barcito con terraza en la carretera. Pedimos medio bocadillo de jamón, cada uno, porque son impresionantes. Y el tercio de Estrella, que no falte.
Ambiebte peregrino. Predomina el portugués.
Y la segunda a tres kilómetros de nuestro destino. Ésta ya, que sirviera como comida de medio día. En el Bar Avelina. No hay menús, solo bocadillos. Nos hemos atrevido con el bocadillo entero. Pan gallego con tomate y mucho jamón. Dos tercios de Estrella. Cafés y helados.
Carmen, hermana de Avelina (la del bar Avelina) ha estado continuamente viniendo a la mesa a traer cosas. Un plato de salami, unas galletas y como ha visto que las mojaba en la cerveza, ha traído unos bizcochos y un chupito de Sansón, una bebida dulce para untar bizcochos.
Con Carmen y un bizcocho
Reconfortados con semejante almuerzo, hacemos los kilómetros que nos faltan hasta nuestro destino, en menos de 30 minutos.
La habitación está muy bien, amplia, con tres camas y baño. Le saco foto, antes de deshacer las camas.
Todo está bien salvo que, después de la ducha, Miguel Ángel y yo, estamos helados. Mucho frío en la habitación. Llamamos a recepción y nos dicen dónde están los radiadores y como ponerlos en funcionamiento.
Y es que la temperatura baja por momentos.
El cielo se empieza a poner amenazante
Gracias, Señor, por la noche, por el día, por el sol, por las nubes, por las flechas amarillas.
A las ocho, para completar el día decidimos bajar al restaurante a ver si es posible cenar algo caliente. Nos ofrecen fabada. Pues fabada.
Con vino y tocino no hay frío ni mal camino
Sin más lujos subimos a la habitación. Y cada uno en su cama dedicamos el tiempo a nuestras cosas. Yo a escribir esto.
Mañana iremos a Sigueiro, a unos 25 km. Es ya la penúltima etapa de este Camino Inglés.
Esta primera noche en albergue, no la estoy pasando bien. Y digo «estoy» porque escribo esto a la una de la madrugada y, teóricamente, debería de estar dormido.
He elegido para taparme el saco sábana. Será por tener estropeado el termostato, o no, paso de tener frío al sudor intenso en cuestión de segundos. Y embutido en ese saco es difícil salir. Voy a probar a cubrirme con la manta del albergue, que es más fácil de manejo.
Pero me queda un problema. Una cancioncilla se ha metido en la cabeza. Estoy todo el tiempo tarareándola, si estuviera en casa me levantaría a tocarla a ver si así la conjuraba a irse. Pero aquí no hay un mal laúd para echarle a la púa, que siempre llevo.
Se me ha ocurrido levantarme y pasear. Mala idea, muy mala. Al haber en todo el albergue luces automáticas, era un «¡Hágase la luz!» continuo.
Al final recurro a esto, a escribir, me refiero. Me imagino que el propio agotamiento me dejará dormir.
Si, al final me dormí, y aún me ha dado tiempo para descansar.
Pero nada más despertar, un nuevo problema. El pantalón que había dejado colgado, había desaparecido. Alguno de los peregrinos con los que compartíamos habitación se lo había llevado.
Confiando en el dicho popular de «arrieros somos y en el camino nos encontraremos», no me he preocupado demasiado, que no me sienta bien. Afortunadamente llevaba otro pantalón más y me ha evitado hacer la etapa en calzoncillos.
También hemos salido sin desayunar. Y nada más empezar el camino, han llegado las cuestas arriba. Las llevo muy mal, para qué engañarme. Tano y, a veces, Miguel, van conmigo y no me abandonan.
Si estás bueno del estómago, no te duele ningún costado y puedes andar con tus pies, ninguna otra cosa mejor te podrán añadir todas las riquezas de los reyes.
Quinto Oracio Flaco
Salimos por el camino que ya localizamos ayer, sin ninguna dificultad para encontrar las señales.
Bonito cruceiroMiguel Ángel, abriendo el paso.Cayetano, vigilando la retaguardia.
La primera parada, para tomar un café con leche y un trozo de tarta, ha sido en Puente Bajoy, un lugar muy bien valorado por los peregrinos.
Tetería Puente Bajoy
Hemos continuado con más energía, pero nos quedaban muchas más cuestas por delante.
Hoy el camino entero siguiendo las flechas. Aunque supiéramos que cada desvío fueran más kilómetros.
Llegamos a Miño, otra pequeña parada, está vez para la cerveza sin (alcohol) tostada.
Las Estrellas de Camino. Estrella de Galicia.Otra paradicaSecándome el sudor, gracias a la toallita y a quien me la regaló .
Los paisajes son geniales. Ya lo he dicho alguna vez pero se puede repetir. Bosques a derecha e izquierda, la mayoría de eucalitos, pero no dejan de ser impresionantes.
Cada vez que coronamos una cuesta, nos reconciliamos con el CaminoA veces bebemos agua
Llegamos, por fin al Albergue Río Mandeo. De los mismos dueños que el de Pontedeume.
Nada más entrar por la puerta, ha venido el peregrino Pau, a devolverme el pantalón y a pedirme perdón por el despiste ¡Somos buena gente los peregrinos!
Estamos alojados aún mejor que ayer, en un cuarto de tres camas, con un baño privado. Se entra en el albergue, en la habitación y en el baño, con una llave electrónica, y cada uno tiene la suya.
Sin ducharnos ni deshacer la maleta, salimos a buscar un restaurante. Google nos recomienda el Mesón Avenida, que está muy cerca del albergue, es especialista en cocina gallega y económico.
Bodegón peregrino
Pedimos los tres lo mismo, ensalada, raxo (carne de cerdo) a la pimienta y tarta al güisqui. Cayetano solo come el primero ¡A ver si va a ser marciano!
Decidimos en concilio que por la tarde, tras ducharnos y descansar un rato, saldremos a ver Betanzos y cenaremos una tortilla típica de aquí, esa que al cortarla se desmorona.
Betanzos resulta ser una ciudad bastante bonita, con mucha cuesta, eso si. También tiene su Ría, la del Mandeo. Hacemos fotos de casi todo.
Fuente de Diana Cazadora.Convento e Iglesia de Santo Domingo
Las ciudades y los pueblos son libros que se leen con los pies
Quintín Cabrera
Los Hermanos García NaveiraRía de Mandeo
Y llega la hora de la cena. Esta vez no hay que pensar mucho. Estaba decidido antes de entrar. Tortilla de Betanzos.
La tortilla como podéis adivinar por el vídeo, no es muy gorda, es blandita, tiene más huevos que la normal, no lleva cebolla, el huevo interno queda cocinado, pero no cuajado y se desparrama al cortarla. Tarea que, mis compañeros, me dejan hacer a mí. Un circulo completo de tortilla, trescientos sesenta grados, para tres, a ciento veinte grados, más menos cinco. Corte homologado, donde los haya.
Con un heladico de postre y nos vamos tan contentos al albergue
Ahora, mientras escribo esto, los dos están roncando suave y soy el único que vela las armas.
Mañana iremos O Mesón do Vento, a 1,8 km de Hospital de Bruma
Hoy si que hemos descansado bien. Menuda diferencia de alojamiento.
Salimos del hotel América Ferrol a las siete y media y, caminando dos kilómetros, nos ponemos en el kilómetro seis, punto en el que lo dejamos ayer.
Caminito comenzado, es medio andado.
Anónimo
El camino está bien señalizado y veo que con respecto al track de la aplicación Mapas IGN, ha sufrido cambios y ya no nos podemos fiar de él.
Monasterio de San Martiño de Xubia, o de Couto. Por delante.Monasterio de San Martiño de Xubia, por detrás
Monasterio de San Martiño de Xubia
Este antiquísimo y bello cenobio, llamado también del Couto, fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1972. Situado en la ruta xacobea del Camino Inglés, y punto desde el que parte el Camino de San Andrés de Teixido, su historia y desarrollo constructivo están ligados con importantes episodios de la historia de Galicia, viviendo etapas de grande esplendor, y llegando en el S. XII a ser uno de los monasterios más importantes de España.
Las señales suelen estar sobre monolitos con la fecha y los kilómetros a Santiago.
Las seguimos a veces y a veces nos las saltamos yendo por otro camino. Nunca he sido muy ortodoxo en eso y mis compañeros confían en mí.
Paisajes relajantes con verde y azul
La vida de cada hombre es un camino hacía sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero.
Hermann Hesse
Narón
Como hemos salido sin desayunar, nuestra primera «obsesión» era encontrar un bar abierto. No ha sido fácil, hasta Neda no había nada, me gusta como queda.
Allí hemos vuelto a comprobar el concepto tan distinto que tienen del servicio al cliente los hosteleros gallegos. Al que pedía café, dos trozos de bizcocho, al que pedía cerveza, pan con jamón.
En Fede segunda parada, cerveza con empanada gallega, ni comparación con la de Mercadona.
En la puerta del bar de FedeLlegando a PontedeumeCruzando el puente sobre el Eume. Ya más ría que río.
Y ya en Pontedeume la tercera, más cerveza y más empanada.
Hemos llegado al albergue Río Eume a las tres de la tarde. Un albergue nuevo y luminoso. Estamos en un cuarto de tres literas de dos camas, Miguel y yo abajo y Cayetano, que es muy sacrificado y se lo agradecemos, arriba. Cada cama es como un cajón grande, con cortina en una de las paredes largas, para que no molesten las luces de la habitación y guardar la intimidad. Tienen también una lamparita, un enchufe y una repisa para dejar el móvil o las gafas.
Nuestros compañeros de habitación son tres portugueses. No hablamos mucho con ellos.
Nos duchamos, lavamos la ropa, la ponemos a secar, salimos a comer y a hacer fotos del lugar. En definitiva, las cosas que hacen los peregrinos día a día.
Nos damos un paseo, Cayetano se queda en la cama.
Iglesia de las Virtudes. PontedeumePonte sobre Ría de Eume
El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes Saavedra
La Ría del Eume
Regresamos al albergue para seguir viendo Pontedeume, con la compañia de Cayetano.
Ha hecho un día muy agradable, aunque, poco a poco, ha ido a más frío y con más viento. Por si acaso, mañana llevaremos en la mini mochila alguna prenda más de abrigo.
Ya hemos visto por donde va el camino de mañana. Empieza en cuesta hacia arriba. Ya estamos avisados.
Son las diez, aún no ha anochecido del todo, pero ya estamos los tres, cada uno en su nicho, del que esperamos salir mañana, cuando el despertador, a las siete, nos diga: levántate y anda.
Antes de las seis, ya estamos fuera de la cama. Casi un alivio levantarse. Ha sido una noche realmente estresante tanto para Miguel, en el piso de arriba, como para mí, en el piso de abajo, con miedo a levantarme, porque no había espacio y miedo a dar una patada a la escalera que de seguro era mas dura que mi pierna.
Duchados, vestidos y con la mochila cargada, camino de la Estación de Atocha. Y un viaje con apenas cuatro paradas nos pone en Chamartín.
Alli nos espera Cayetano. ¡Vaya tres patas para un banco!. Saludos, abrazos,… nos vimos el año pasado, pero es un placer vernos de nuevo. Me entero, quizás ya lo sabía y lo quise olvidar, que soy el mayor de los tres.
Desayunamos y, con un poco de retraso, por parte del tren, partimos en dirección a Ferrol. Será un viaje de cinco horas en el que aprovecho para escribir estás cosicas, que el día de mañana, si lo hay, me servirán de recordatorio.
Por la ventanilla se ve un día soleado y el termómetro que hay en el vagón marca 15 grados de temperatura en el exterior. A ver qué tal sigue al llegar a Ferrol.
En la estación del Ferrol
Aunque aún no he empezado el camino, lo poco que anduve ayer cargando mochila, me pasa factura y llevo las piernas con los típicos dolores de agujetas. Me he vuelto un flojeras. Pero resistiré.
El hotel de hoy, en Ferrol, un dos estrellas al lado de la Ría, está a años luz en calidad del de ayer. Es el América Ferrol. Tres camas (ya somos tres)
Dejamos las mochilas en la habitación y directamente a comer. Al Mesón Mateo, recomendado por la recepcionista. Recomendado y recomendable. Una exageración cada plato y Estrella de Galicia.
Vamos a la Oficina de Turismo, para centrarnos un poco y saber qué ver y por dónde empezar.
Palacio Municipal de FerrolConcatedral de San Julián. FerrolInterior de Concatedral de San Julian. San Julián es el patrono de Ferrol.Plaza y monumento al Marqués de Amboage
Seguimos las recomendaciones, tanto la recepcionista del hotel como la señora de la Oficina de Turismo, nos proponen que, por la tarde, hagamos los primeros seis kilómetros del camino, porque ese punto (el kilómetro 6, justito al lado del Lidl) nos queda muy cerca del hotel.
Y eso hacemos. El Camino inglés sale por la Rúa Real hasta el puerto y siguiendo hacia la izquierda la orilla de la costa, por detrás de las dársenas, llegar a la ensenada de Gándara.
Camino Ingles. La Ría de Ferrol nos queda a la derecha. Bien señalizado.
Después de esto, antes de recogernos en el hotel, una cervecita con su tapa correspondiente. Tapa siempre por gentileza de la casa. Aquí da gusto ir de bares.
Primer día del Camino Inglés. Zaragoza a Madrid en AVE con mi compañero de viaje Miguel Ángel Blasco. Dia de trenes.
Me atrevo a ir andando desde casa a la estación Multimodal de Zaragoza, con la mochila (10 kg). En ese corto trayecto, me queda muy claro que ya no estoy para esos trotes y que no me va a dar ninguna vergüenza el tener que depender de la compañía de Correos para que me trasladen la mochila de albergue a albergue.
Hago una parada en COAPEMA, para despedirme de mis compañeras.
Con Elvira y Ksenia
En la Estación, me encuentro con Miguel Ángel y me despido de Pili.
Con PiliCon Miguel Ángel
El AVE sale puntual y en una hora y cuarenta minutos se pone en Madrid.
Al Hotel que tenemos reservado, Metropolitan Atocha, le queda grande el nombre. Está muy cerca de la estación y es lo único bueno que tiene. No tiene WC en la habitación y las camas son en litera. Por lo menos nos servirá de aprendizaje, no estamos para dormir en la parte alta. Subir y bajar es un martirio para los pies y necesitamos ayuda para no caernos.
Apenas llegados, nos espera en la puerta del hotel, el amigo Demetrio Sánchez, un peregrino que no descansa, siempre está haciendo alguno. Habíamos hablado mucho por teléfono, pero nunca nos habíamos conocido en persona.
Con Demetrio Sánchez
Nos acompaña y guía por Madrid, desde Atocha hasta el Palacio Real. En la Iglesia de Santiago, inicio del Camino de Santiago de Madrid, nos sellan la credencial.
Un crucero sin cruz, pero con SantiagoSiempre que hay una imagen de Santiago, hay una imagen Virgen del Pilar
Nos despedimos de Demetrio y descansamos una hora en hotel y vuelta a salir a cenar algo. Bocata Brillante en bar el Brillante. Bocadillo grande de calamares. Muy grande pero menos sabroso que el de Los Espumosos de Zaragoza.
Y pronto a la litera que mañana hay que levantarse antes de las seis.
Ésta sería la presentación de mi Camino Inglés, que voy a realizar entre los días 21 y 25 de abril, después de cinco años de parón.
Nunca es demasiado tarde para encontrar el camino
Por circunstancias que no vienen a cuento, no me siento capaz de grandes aventuras y he elegido este camino, porque es cortito, con etapas poco exigentes, porque voy acompañado con los amigos Miguel Ángel y Cayetano y porque hay servicio de envío de mochilas. Llamarme «turigrino» si queréis, que me da igual. Me viene a la cabeza una cosa que me dijo mi querida hija María: «Papá, ya has demostrado que sabes andar deprisa. Ahora tienes que demostrar que también sabes andar despacio.»
Lo intentaré, María. Pero tiene su dificultad.
El fracaso no es el final. El fracaso es una parte esencial del camino. La esperanza siempre vivirá en aquellos que estén dispuestos a seguir luchando.
Esta entrada en el blog, no tiene sentido didáctico, como pueden tener otras. No pretendo decir cosas como los kilómetros de la etapa, los pueblos por los que paso. Eso es lo de menos. Ya están bien detallados en Gronze. Pretendo que sea más intimista, como quien escribe un diario. Bueno, que la escribo para mí.
Desde el 2015 participo como voluntario en COAPEMA, el CONSEJO ARAGONÉS DE LAS PERSONAS MAYORES. El año 2021 decidí dar el salto a participar más activamente en el Consejo presentándome como candidato a la Comisión Permanente y tuve la gran suerte de que se apoyara mi candidatura.
COAPEMA está formado por unas doscientas cincuenta asociaciones, repartidas en su gran mayoría por Aragón, que suponen más de doscientos sesenta mil asociados. Somos conscientes de que nuestro colectivo se ha llevado la parte peor en estos tiempos de pandemia. Así lo ha reconocido el Gobierno de Aragón haciendo entrega de su máxima distinción, la Medalla de las Cortes de Aragón, a las personas mayores de la Comunidad por su «comportamiento ejemplar y su lección de vida».
Con la edad en la mochila
Soy Antonio Aladrén, vocal del Consejo Aragonés de las personas mayores. Con la edad en la mochila, es un proyecto personal, avalado por el COAPEMA e incorporado a su programa La marcha saludable. En él se juntan, por una parte, mi propia necesidad de cargar con la mochila y echar a andar, y por otra, el deseo del Consejo de tomar el pulso a sus asociaciones ya que sin ellas no sería nada.
Con la edad en la mochila consiste en un recorrido trescientos kilómetros, a pie, visitando diferentes localidades; en esta edición, de Zaragoza, para contactar con los responsables de las Asociaciones de Mayores.
Las cosas no siempre salen como uno quiere. El problema de la falta de alojamiento en alguna de las localidades previstas ha hecho que se modificara un poco la idea primera, quedando de la siguiente manera:
Zaragoza – La Muela – Salillas de Jalón
Salillas de Jalón – Épila – Salillas de Jalón
Salillas de Jalón – Calatorao – Ricla – Morata de Jalón
Morata de Jalón – Calatayud
Calatayud – Ateca
Ateca – Ariza – Cetina
Cetina – Jaraba
Jaraba – Munébrega
Munébrega – Miedes de Aragón – Aguarón
Aguaron – Muel
Muel – Zaragoza
Zaragoza – La Muela – Salillas de Jalón
Primera jornada. Jueves05/08/2021
La idea era llegar a La Muela, desde Zaragoza, y terminar allí la etapa. La primera parte del camino ha discurrido por la orilla derecha del canal Imperial de Aragón, aguas arriba, hasta su cruce con la autovía A2. A partir de ese punto, ya sin árboles que me protegieran del sol y con una temperatura que llegaría a los 36º, siguiendo la antigua NII he ido pasando por varios polígonos industriales, el más importante el de Plaza, donde he aprovechado para comprar más agua. La subida al puerto de La Muela no ha resultado nada fácil.
En La Muela he parado a comer y descansar en el Restaurante Don Quijote. Allí me he entrevistado con Enrique Fortado, presidente de la Asociación San Antonio de Padua, con el que he mantenido una interesante conversación y la confirmación de que en La Muela no había ningún alojamiento. Las necesidades que han generado las plataformas de Amazon en Plaza y Bonarea en Epila han acabado con la oferta hotelera de la zona.
Aunque había otras opciones, como no dispongo de marcha atrás, tras despedirme de Enrique he seguido caminando hasta Salillas de Jalón, donde tenía previsto el final de mi segunda etapa.
Los aerogeneradores que no abaratan la energía y tampoco refrescan el campo han servido, por lo menos, para hacer algún descanso sentado a su sombra.
Luego, todo lo subido por la mañana ha habido que bajarlo por la tarde hacia el valle del Jalón donde me esperaba Épila y una jarra de cerveza en el Restaurante Doña Manuela.
Aún quedan seis kilómetros y medio hasta Salillas de Jalón, tramo que he hecho ya de noche
El camino en números
El camino en números
Etapa 1
Acumulado
Pasos
62000
62000
Kilómetros
46
46
De Zaragoza a Salillas de Jalón
Me hospedo en mi casa de Salillas.
La Marcha saludable tiene como objetivo prioritario promover el ejercicio moderado en las personas mayores, porque es una fuente de salud. Hoy he empezado como el profesor que se equivoca y quiere arreglarlo diciendo «esto que yo he hecho, es lo que no se debe de hacer». Esto de hoy no tiene nada de moderado. Espero no volver a repetir lo de hoy, por mi propio bien.
Salillas de Jalón – Épila – Salillas de Jalón
Segunda jornada. Viernes 06/08/2021
Hoy ha sido una etapa controlada. No podía seguir adelante porque todas mis resevas de alojamiento hubieran tenido que ser anuladas y modificadas de fecha. Y bastante me costó conseguirlas.
He querido, por la mañana, entrevistarme con Mª Carmen Remiro, presidenta de la Asociación de jubilados Villa de Épila, pero no ha sido posible localizarla. El ir de Salillas a Épila y regreso han supuesto 21000 pasos, 16 km que esto ya es un ejercicio moderado y saludable.
Más suerte he tenido con la Asociación de Calatorao
Por la tarde, me reuno con Patri Nogueras y Antonio Langarita, Presidenta y Secretario respectivamente de la Asociación La Torraza, de Salillas de Jalón, de la que también soy socio. Me ha servido para conocer mucho mejor la Asociación a la que pertenezco.
He estrenado la camiseta que me decoré para esta marcha, con más voluntad que estilo.
El camino en números
El camino en números
Etapa 2
Acumulado
Pasos
21000
83000
Kilómetros
16
62
Sigo hospedado en mi casa. Sin problemas con el dueño.
Salillas de Jalón a Épila y regreso a Salillas de Jalón
Mañana iré hasta Morata de Jalón, con una paradita intermedia en Ricla.
Salillas de Jalón – Ricla – Morata de Jalón
Tercera jornada. Sábado 07/08/2021
La etapa de hoy, primero hasta Ricla y luego hasta Morata ya la he hecho alguna vez en mis entrenamientos. Ninguna sorpresa, sabía qué me esperaba. Hasta Ricla por el camino paralelo a la vía del tren.
En Ricla paro a hablar con Babil Embid, Ernesto García, Leocadio Roy, Inés Aguilar y Mari Carmen Sánchez, presidente, vicepresidente y tres vocales de la Asociación Santa María Magdalena. Es una Junta recién elegida llena de ilusión y ganas de que pase la pandemia de una vez para echar a andar.
Por lo pronto el que tiene que echar a andar soy yo, que hasta Morata de Jalón hay un buen trecho.
La segunda parte de la etapa, hasta casi llegar a Morata, he ido por las vías del tren, bueno, por al lado. Un poco incómodo pisando balastro, cada paso los tobillos bailaban a un son distinto. He pasado dos túneles, el 25 de nombre Estrechuelo, de 726 metros y el número 24 de nombre Peña de la Viuda de 128 metros.
Como y me hospedo en el Albergue de Morata, de la Federación Aragonesa de Montañismo. Estoy en una habitación con dos literas, cuatro camas. Con una tengo bastante.
En Morata, actualmente, no hay Asociación de Mayores. Aprovecho para volver a recorrer Morata y meterme por lugares en los que no había estado. A entrar en los bares en los que ya había entrado. A saludar a Miguel Aznar, amigo que conocí en mis andadas por Morata. Y hasta tengo tiempo de ver una Ronda Jotera.
El camino en números
El camino en números
Etapa 3
Acumulado
Pasos
34500
117500
Kilómetros
25
87
Mañana toca ir a Calatayud.
Morata de Jalón – Calatayud
Cuarta jornada. Domingo 08/08/2021
Salgo de Morata de Jalón por la carretera ZP1129, paso bajo el arco de la CEMEX y continuo por la carretra hasta casi estar debajo de Villanueva de Jalón, un pueblo abandonado en los años 50 del siglo XX. Allí tomo un atajo, en vez de seguir la curva que hace la carretera vuelvo a la vía del tren y voy por el túnel, ya tengo experiencia en silbar en la vía.
Sigo por carretera hasta Purroy y, antes de entrar, cruzo el Jalón y tomo un camino a mi izquierda que me lleva hasta cerca de Sabiñán y muy cerca de Paracuellos de la Ribera. Allí debería de haber parado a descansar y a reponer el agua de mis botellas, pero no lo hice. Y lo pagué bien pagado. El calor, las cuestas (sobre todo las cuestas arriba), que el camino en algunos puntos estaba sin desbrozar y tuve que cruzar campos de aliagas, que la poca agua que me quedaba parecía una sopa caliente,… me hicieron pensar que no iba a llegar. Comiendo moras y masticando hinojo y sin parar de andar, porque si no andas no avanzas.
El Restaurante Marivella llegó cuando ya no me quedaba agua y tenía la boca como un zapato.
Allí pude beber, sobre todo beber. Y comer, poco para lo que bebí. Y descansar. Aún quedaban siete kilómetros hasta Calatayud pero una vez repuesto siete kilómetros no era nada.
Ha sido un día duro, si. De Morata de Jalón a Calatayud. 42000 pasos, 31 km.
El camino en números
El camino en números
Etapa 4
Acumulado
Pasos
42000
159500
Kilómetros
31
118
Hoy, después de tantas fatigas, me iré sin haber podido quedar con Antonio Quevedo, presidente de la Asociación del IASS en Calatayud. No cogía el teléfono, espero que se encuentre bien. Es domingo y estamos en agosto.
Recorrido de Morata de Jalón a Calatayud
Me hospedo en el Hotel Fornos.
Me recorro el centro de Calatayud, tomo una tapa en el Mesón de La Dolores, sin preguntar por ella por si acaso. Y ceno en la Posada de San Antón.
De Morata de Jalón a Calatayud
Mañana etapa corta para compensar. Hasta Ateca, pasando y parando en Terrer.
Calatayud – Terrer – Ateca
Quinta jornada. Lunes 09/08/2021
Tanta calor en la cabeza no puede ser bueno. He vuelto a hacerlo. Me he vuelto a dejar el palo en el hotel (en esta andada es la primera vez, pero en casi todas hay una primera vez) menos mal que me he dado cuenta cuando llevaba apenas un kilómetro y medio. He dejado la mochila en un taller de coches y he regresado a por él.
El camino de Calatayud a Ateca es por carretera, montes a la derecha, huertas a la izquierda. Apenas hay tráfico.
En Terrer he estado hablando con Mariano Martínez Muñoz, presidente de la Asociación Santa Bárbara. Además de ponerme al día de la situación en la que viven los mayores de Terrer, me ha presentado al alcalde de la localidad y me ha enseñado su sede social.
En Ateca me espera Antonia Tineo, presidenta de la Asociación de la Tercera edad Santa Lucía. A Antonia tengo que agradecerle, además de su conversación, los trabajos que se ha tomado para encontrarme un alojamiento.
Entre mi salida fallida de Calatayud y mis vueltas por Ateca hoy han salido 30000 pasos, 22 km.
El camino en números
El camino en números
Etapa 5
Acumulado
Pasos
30000
189500
Kilómetros
22
140
Como y ceno en el mismo sitio, Restaurante El Bodegón.
Estoy hospedado en un albergue para transeuntes.
De Calatayud a AtecaRecorrido de Calatayud a Ateca
Y mañana a Ariza
Ateca – Ariza – Cetina
Sexta jornada. Martes 10/08/2021
Etapa larga también, pero le he sacado una ventaja de dos horas al sol y he evitado las horas de más calor. He salido de noche con el farolico en la cabeza y un intermitente en el pecho. Como una moto.
Cuando he pasado por Bubierca, aún dormía. Y cuando he llegado a Alhama, estaba desayunando. Contamina queda a la izquierda y se abandona la NII entrando en un camino que acompaña a la autovía.
Aunque el camino era igual de largo que el que me llevó a Calatayud estaba exento de cuestas, y eso se nota.
Un patinazo lo tiene cualquiera y yo no voy a ser menos. Me he puesto en pie sin quitarme la mochila. Yo mismo me he quedado sorprendido.
He tenido que repostar en la estación de Repsol y más tarde en la de Cepsa.
Y por fin llego a Ariza, cuando el calor apretaba de lo lindo. En estos días que he elegido para esta andada se están alcanzando los 38 grados.
He comido en el Restaurante Hortal y allí he esperado a Concepción Arjol, joven presidenta de la Asociación de la Tercera edad de Ariza. Cada Asociación es un mundo.
Concepción, muy amable, me ha llevado en coche a Cetina, único lugar donde he encontrado alojamiento.
Y en Cetina hablo con Claudio Velázquez, antiguo presidente de la Asociación de mayores, que me ha contado los problemas que derivaron en el cierre de la Asociación.
Después de recorrerme Cetina han salido 45000 pasos, 34 km.
El camino en números
El camino en números
Etapa 6
Acumulado
Pasos
45000
234500
Kilómetros
34
174
Me hospedo en un apartamento completo, que todavia no tiene formalizados los papeles. Resulta algo caro, pero no hay otra cosa.
De Ateca a Ariza
Y mañana me toca ir a Jaraba.
Cetina – Jaraba
Séptima jornada. Miércoles 11/08/2021
Etapa corta que los paseos entre Jaraba y el Balneario Sicilia la han dejado en 29000 pasos, que suponen 21 km. Toda por carretera, menos los últimos dos kilómetros.
Veo amanecer, el sol sale algo tímido, pero se va haciendo fuerte mientras camino. El paisaje va cambiando, dejo atrás el secarral y comienza a aparecer el verde.
En Jaraba me hospedo en el Balneario de Sicilia, el de Serón sigue cerrado.
Por la tarde voy al encuentro de Alicia Pérez, presidenta; Ángel Sicilia, secretario y Purificación Sicilia, vocal de la Asociación Virgen de Jaraba.
Tanto presidenta como secretario cantan en el Coro y hoy, en la iglesia de la Transfiguración del Señor, daban el último adiós a una de las vecinas de la localidad.
Al terminar la ceremonia nos reunimos en casa de Ángel Sicilia. Entre los trés me ponen al día de la situación en la Asociación
El camino en números
El camino en números
Etapa 7
Acumulado
Pasos
29000
263500
Kilómetros
21
195
No todos los días tengo la oprtunidad de alojarme en un balneario. Aprovecho la hora de piscina térmica que incluye la estancia para dar un descanso a mis piernas.
De Cetina a Jaraba
Mañana iré hasta Munébrega.
Jaraba – Munébrega
Octava jornada. Jueves 12/08/2021
Etapa larga por carretera. He salido a las seis de la mañana, de noche, evitar las horas centrales del día (y las que le siguen), se hace fundamental.
Paso por Ibdes y, con el Pantano de La Tranquera a mi izquierda, llego a Nuévalos, donde hago una parada. El río Mesa y más tarde el río Piedra. Solo a tres kilómetros de donde estoy está el Monasterio de Piedra. Los paisajes el mayor aliciente de la etapa.
En Munébrega no hay asociación de Mayores. En el lugar donde como pregunto qué hacen me dicen que pasean o se quedan en casa.
Hoy, confieso, he estado a punto de tirar la toalla. La falta de alojamiento en Miedes de Aragón, en Belmonte de Gracián, en… me bajaba la moral, ya no sabía qué hacer y no me ilusiona nada dormir en la calle. El apoyo de mis compañeros del COAPEMA me permite continuar. Mañana en Miedes me vendrán a buscar para llevarme a Aguarón y poder seguir mi ruta.
El camino en números
El camino en números
Etapa 8
Acumulado
Pasos
39000
302500
Kilómetros
30
225
De Jaraba a Munébrega
Mañana voy a Miedes de Aragón y después a Aguarón.
Munébrega – Miedes de Jalón – Aguarón
Novena jornada. Viernes 13/08/2021
Etapa larga y con mucha cuesta. He salido a las seis de la mañana para evitarme una hora y media de sol.
Veo brillar ojos en la oscuridad. No sé de que animal será. Hay dos (cuatro ojos). Durante un rato me van siguiendo. Cada vez que vuelvo la cabeza y enfoco hacia atrás los brillos están más cerca. Al finál consigo ver a uno, es como un gato con orejas de punta.
El camino resulta fácil hasta Maluenda y Velilla de Jiloca.
Cerca de Maluenda descubro una señal del Camino de La Veracruz, que va desde los Pirineos hasta Caravaca de la Cruz, en Murcia.
En Velilla comienza la subida, Velilla ya es, en sí, una cuesta, o eso me ha parecido. Se sigue subiendo y parece que no va a acabar nunca. Afortunadamente, se acaba.
Desde arriba se divisa todo el valle y los pueblos que he ido dejando atrás. Ninguna de las fotos que hago capta esa grandeza. Luego viene una meseta, Campo Alto le llaman, lo leo en Google Maps. Y por fin una bajada más suave que la subida.
Se llega a Mara, donde hago una pequeña parada y alguna foto, y de allí, por la carretra, a Miedes de Aragón.
En Miedes solo hay cobertura para un operador de telefonía, que no es el mío. Me quedo incomunicado, sin poder llamar a presidenta de Asociación, Josefina, ni a mi compañero del Consejo Aragonés De Personas Mayores, José Luis. Resuelvo el problema llamando desde el ayuntamiento.
Después de comer, en el casino, me entrevisto con Josefina Buenafé, presidenta de la Asociación San Alejandro, que me pone al día de la situación de los mayores en Miedes. Viene acompañada de Angelines Tejero, de la Asociación de Mujeres.
Lavadero de Miedes de Aragón. Me encanta esta foto.
En Miedes de Aragón no hay alojamientos. José Luis Gil, vicepresidente del COAPEMA, me viene a buscar para llevarme, en coche, a Aguarón. El plan inicial se adelanta un día.
Aguarón
Nos reciben Jesús Artigas, Tomás Tobed, presidente y secretario de la Asociación Marín Bosqued y casi todos los miembros de la Junta.
Ha sido, para mí, el lugar donde me he sentido más arropado. Nos han enseñado el Museo de Marín Bosqued, pintor hijo de Aguarón que cedió parte de su obra para la creación del Museo. Vemos también la Iglesia de San Miguel Arcángel, barroca del siglo XIII. Conocemos a Juan Carlos Bernal, alcalde de Aguarón, que nos enseña el Ayuntamiento y nos ofrece su salón para hacer desde allí alguna sesión de Aulas Itinerantes.
No faltan las visitas al Casino y a las piscinas. Me hospedo en casa de Conchita y Tomás, secretario de la Asociación. Mi agradecimiento.
El camino en números
El camino en números
Etapa 9
Acumulado
Pasos
39000
341500
Kilómetros
29
254
Mañana a Muel.
De Munébrega a Aguarón
Aguarón – Muel
Décima jornada. Sábado 14/08/2021
Etapa mediana. Mis anfitriones, Conchita y Tomás, han madrugado más que yo, me acompañan hasta Cariñena y me dejan «encarrilado» hacia Muel.
Hoy, el sol tenía un brillo especial. Ya asustaba recién salido.
Sigo por la N330 con viñas a ambos lados de la carretera. Llego a Longares donde hago una paradica para repostar. Y sin abandonar la carretera, hasta Muel.
Han salido a mi encuentro José Luis Gil, presidente, Fernando Hernández, vocal, ambos de la Asociación La Inmaculada de Muel y Jesús Artal, presidente de la Asociación Santa María Magdalena de Mozota y . Hemos dado juntos un paseo por el espectacular parque de Muel y visitado, con guía, la ermita de Nuestra Señora de la Fuente. Me albergo en una casa del Ayuntamiento. Mañana a Zaragoza
El camino en números
El camino en números
Etapa 10
Acumulado
Pasos
36000
377500
Kilómetros
27
281
Muel – Mozota – Cadrete – Zaragoza
Undécima jornada, y última. Domingo 15/08/2021
Hoy he salido un poco tarde, además por primera vez en mucho tiempo, el programa MAPS.ME me ha fallado. Según la ruta que marcaba, en un punto, se podía cruzar el Río Huerva. Pero sería a nado; no había puente.
He tenido que dar la vuelta y después de hora y media andando solo había avanzado dos kilómetros. El sol también ha pegado bien. Hoy, domingo, era un día de bicicleta. Me he cruzado con muchos ciclistas, solos o en grupo.
Veo a mi izquierda dos memoriales, cruces y flores, por dos ciclistas muertos en carretera.
Al llegar a María de Huerva pueden más mis ganas de llegar a casa que las de quedar como un señor. Y cojo un bus de línea. ¡Qué inventos!, lo rápido que iba, lo cómodo que se estaba y el airecico que entraba por las ventanillas.
Guilherme Ribeiro (Pasos del Camino), peregrino, hospitalero y devoto de Santiago Apóstol, está realizando una serie de entrevistas a peregrinos preguntando por su concepción del Camino, notivaciones, anécdotas, vivencias,… y en diciembre de 2020 tuve el honor de participar en una de ellas.
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