De Schevenhüte a Aachen
12/06/2015 Freitag, caminando hacia Aachen
Hoy tenia marcados 30 km, pero se han quedado en 24 km, y los últimos en bus. Queríamos ver Aquisgrán y no era cuestión de llegar muy tarde y sudados. Hemos tenido dificultades para encontrar albergue y eso que esta vez teníamos las direcciones de varios. Pero no había plazas. Entre los viajes de albergo en albergo y los paseos turísticos, las gallinas que entran, por las que salen.
Estamos en el Hostel Aachen, en una habitación de 6. Los trenes pasan a escasos diez metros. Con la ventana abierta hacen mucho ruido. Habrá que cerrarla. Hay cocina, frigorífico, cafetera y las cervezas Bitburger de medio valen un euro.
Aquisgrán también es muy bonito, su Catedral no es tan grande como la de Colonia pero su interior me ha gustado más. Allí estaba Carlomagno en su urna dorada, tan formalico.
El ayuntamiento también muy guapo, hemos entrado a verlo. Había en la plaza un montón de novias con sus novios esperando para casarse, casi hacían fila, una después de otra.
Muchas placitas con terrazas de bares. Hemos comido en otro italiano para variar. La verdad es que no entendemos las cartas en alemán, mientras que con la pizza y el espagueti sabemos lo que pedimos.
De todas formas, ahora que empezábamos a familiarizarnos con el alemán tenemos que dejar Alemania. Mañana ya, tras unos cinco kilómetros, entramos en Bélgica, y volvemos a cambiar de ruta. Ahora le toca a la Vía Mosana.
En la entrada del blog ‘Ciudades que visitaré en Alemania’ puse que aquí probaría una torta típica que se llama Printen. Nos hemos comprado dos que nos servirán para cenar.
Mañana la idea es llegar a Clermont, otros 24 km.
Ya se verá.
Estamos hospedados en
Hostel Aachen
Mauerstraße 116
52064 Aachen, Deutschland
En Aachen (Ájen) también dimos varias vueltas buscando alojamiento. Fuimos a tres sitios, el primero estaba por el centro y no había plazas, el segundo estaba ya en las afueras, era un convento y en nuestra información ponía que acogían peregrinos, pero no fue posible, no recuerdo el motivo. Hubo que regresar a la Iglesia de Santiago y allí tuvimos suerte. Entraron unas personas a probar el órgano y una de ellas nos llevó a una oficina de peregrinos, nos sellaron la credencial y nos indicaron dónde había un hotel. Hubo que esperar hasta las once, que era la hora en la que empezaban a atender. Muy cerquita de las vías del tren. Aquisgrán muy bonita, para pasar más días. Comimos en un italiano muy elegante.
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