De Fumay a Rocroi
21/06/2015 Dimanche, destino Rocroi
Hoy, sin señales que seguir, nos hemos ido por la carretera D8051 hacia Rocroi. Marcaba unos 18 Km. Hemos tenido un día nublado con algún rato de lluvia fina que duraba hasta que sacaba el paraguas.
El paisaje de hoy, durante casi todo el camino, es muy fácil de describir, verde a derecha e izquierda, gris asfalto en el centro, linea blanca justo en la mitad y niebla al fondo. Tal como esto.
Y como cosa de distracción, que a veces pasaban coches y motos, poco tráfico por la mañana, que para eso es dimanche, y un poco más conforme avanzaba el día.
Cuando faltaban tres Km para llegar, que ya se veía la torre de la iglesia, ha aparecido una señal del camino. Llevábamos más de cuarenta sin ver una, de dónde ha salido y por dónde venía seguimos sin saberlo.
Con esa tendencia a tropezar con las mismas piedras, nos hemos metido por donde indicaba. Un barrizal y dos km de propina. Pero ya vemos que vamos bien.
Rocroy
El pueblo de hoy, Rocroi, es más bonito desde arriba que a vista de peregrino.
Le llaman la villa Estrella, es una ciudadela de cinco puntas.
La oficina de turismo estaba abierta, es lo que tiene llegar a tiempo, nos han dado, tras pagar 15 € por persona, la clave de la casa albergue. Hasta ahora toda para nosotros, duchas, cocina,… por la noche nos cocinaremos unas latas de sardinas que compramos hace unos días.
La iglesia, cerrada. Otro día que no me confieso.
Con sol parece otra cosa
Hoy en Rocroi y no sabemos si en toda Francia y Bélgica, se celebra el día de la música. Lo hemos visto anunciado en casi todos los lugares por los que hemos pasado.
En una zona cubierta hay actuaciones musicales, y al lado hay una barbacoa. Nos hemos comido unos bocatas de panceta mientras oíamos música.
Luego unas fotos por los alrededores. Hemos querido dar una vuelta a la ciudadela y nos ha pillado el agua. Y no había paraguas para abrir y espantarla. Nos hemos cobijado bajo las ruinas de la fortificación.
Salvador ha ido a comprar leche y unas tortas a una tienda cercana al albergue y al ver que era peregrino no se lo han querido cobrar. Francés bueno del día el dueño de la Boulagerie patisserie Devouge Frères. Seguro que hay más, pero hoy le ha tocado a éste.
Y ahora estamos en el Restaurante del Hotel su Commerce, que tiene WiFi, escribiendo cada uno su crónica diaria.
Y siendo, como son, las cuatro y media de la tarde, posiblemente el día no dará mucho de si. Salvo tomar la decisión de a dónde vamos mañana. Posiblemente a Signy L’Abbaye, 31 km por carretera y por el camino miedo me da.
Hasta mañana, si Dios quiere.
Estamos hospedados en
El Albergue Municipal que está en la calle Dauphine, en la puerta que se ve en la foto a mano derecha. Hay sobre ella una concha peregrina. Antes es necesario pasar por la Oficina de Turismo, que está en la plaza y allí, previo pago dan la clave para abrir la puerta.
En Rocroi tuvo lugar una batalla en la que los franceses nos ganaron. Allí empezó el declive de los Tercios de Flandes. De hecho esta batalla es la que se recrea en la película, basada en la novela de Arturo Pérez-Reverte, El Capitán Alatriste.
Batalla plasmada en un cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau «Rocroi, el último tercio»
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