Lunes, 28 de abril de 2025
Tras desayunar en O Porriño, comenzamos nuestra etapa.

Por resumirla mucho, puedo decir: dos cuartos de etapa, por un polígono industrial larguísimo. Llano y cemento. Otro cuarto de etapa cuesta arriba, dura, muy dura y el cuarto cuarto, cuesta abajo, muy pendiente, también un suplicio para rodillas.

Nos asombra un poco la cantidad de peregrinos que estamos en estas fechas en este camino.

Hoy he echado en falta el bordón.

La única parada en el Concello de Mos. Con Estrella de Galicia en el Pazo de Mos, que da nombre al concello.

Durante kilómetros hemos estado oyendo explosiones, con intervalos de quince minutos. No sabíamos que podría ser.
Redondela

Llegamos a buena hora a Redondela. Nos enteramos que se celebra el «Lunes del Cristo. Es fiesta en el lugar, establecimientos cerrados.
Vamos al Bar La Farola, donde el servicio de correos nos ha dejado las mochilas. Mientras tomábamos nuestra Estrella, se ha ido la luz en el local.

En el local, en Redondela, en España y Portugal.
Se ha ido la luz, internet, telefonía, todas las cosas tecnologícas que nos han hecho tan dependientes.

Hemos empezado a hablar del tema un poco de cachondeo y conforme hablábamos nos hemos ido dando cuenta de la gravedad de la situación.


A nosotros, salvo por la comunicación con la familia, nos ha afectado relativamente poco.
Movernos con velas por el apartamento y no poder utilizar sus electrodomésticos, creo que han sido los mayores problemas. Eso y la incertidumbre.
Las cervezas seguían saliendo frías.
Hemos salido un ratito a ver la parada previa a la procesión. Y ya, el resto, lo hemos oído desde el apartamento Sentir Galicia. No nos hacía ninguna ilusión volver a él a oscuras.
Mañana, si la vida es enciende de nuevo, iremos a Pontevedra.



































