21/04/2024, domingo
Hoy si que hemos descansado bien. Menuda diferencia de alojamiento.
Salimos del hotel América Ferrol a las siete y media y, caminando dos kilómetros, nos ponemos en el kilómetro seis, punto en el que lo dejamos ayer.
Caminito comenzado, es medio andado.
Anónimo
El camino está bien señalizado y veo que con respecto al track de la aplicación Mapas IGN, ha sufrido cambios y ya no nos podemos fiar de él.
Monasterio de San Martiño de Xubia
Este antiquísimo y bello cenobio, llamado también del Couto, fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1972. Situado en la ruta xacobea del Camino Inglés, y punto desde el que parte el Camino de San Andrés de Teixido, su historia y desarrollo constructivo están ligados con importantes episodios de la historia de Galicia, viviendo etapas de grande esplendor, y llegando en el S. XII a ser uno de los monasterios más importantes de España.
Las señales suelen estar sobre monolitos con la fecha y los kilómetros a Santiago.
Las seguimos a veces y a veces nos las saltamos yendo por otro camino. Nunca he sido muy ortodoxo en eso y mis compañeros confían en mí.
La vida de cada hombre es un camino hacía sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero.
Hermann Hesse
Como hemos salido sin desayunar, nuestra primera «obsesión» era encontrar un bar abierto. No ha sido fácil, hasta Neda no había nada, me gusta como queda.
Allí hemos vuelto a comprobar el concepto tan distinto que tienen del servicio al cliente los hosteleros gallegos. Al que pedía café, dos trozos de bizcocho, al que pedía cerveza, pan con jamón.
En Fede segunda parada, cerveza con empanada gallega, ni comparación con la de Mercadona.
Y ya en Pontedeume la tercera, más cerveza y más empanada.
Hemos llegado al albergue Río Eume a las tres de la tarde. Un albergue nuevo y luminoso. Estamos en un cuarto de tres literas de dos camas, Miguel y yo abajo y Cayetano, que es muy sacrificado y se lo agradecemos, arriba. Cada cama es como un cajón grande, con cortina en una de las paredes largas, para que no molesten las luces de la habitación y guardar la intimidad. Tienen también una lamparita, un enchufe y una repisa para dejar el móvil o las gafas.
Nuestros compañeros de habitación son tres portugueses. No hablamos mucho con ellos.
Nos duchamos, lavamos la ropa, la ponemos a secar, salimos a comer y a hacer fotos del lugar. En definitiva, las cosas que hacen los peregrinos día a día.
Nos damos un paseo, Cayetano se queda en la cama.
El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes Saavedra
Regresamos al albergue para seguir viendo Pontedeume, con la compañia de Cayetano.
Ha hecho un día muy agradable, aunque, poco a poco, ha ido a más frío y con más viento. Por si acaso, mañana llevaremos en la mini mochila alguna prenda más de abrigo.
Ya hemos visto por donde va el camino de mañana. Empieza en cuesta hacia arriba. Ya estamos avisados.
Son las diez, aún no ha anochecido del todo, pero ya estamos los tres, cada uno en su nicho, del que esperamos salir mañana, cuando el despertador, a las siete, nos diga: levántate y anda.
Y andaremos hasta Betanzos.