25/04/2024, jueves
Hoy hemos madrugado un poco más porque queríamos entrar pronto en Santiago.
El desayuno ha sido en el Restaurante Cortés, abierto desde las siete de la mañana. Lo conocimos ayer en nuestra vuelta de inspección de Sigüeiro.
A los pocos kilómetros nos encontramos con estas amigas. No perdemos la oportunidad de hacernos fotos. Me imagino que será raro el peregrino que no la haga. Todos buscamos cosas como estas para recordar.
Cárceles y caminos, hacen amigos
Nos volvemos a encontrar con los peregrinos portugueses del incidente del pantalón. Tal vez no volvamos a vernos y decidimos hacernos unas fotos juntos e intercambiar números de teléfono.
Bienaventurado eres, peregrino, si lo que más te preocupa no es llegar, sino llegar con los otros
El camino hasta Santiago es corto, no llega a dieciséis kilómetros. Los diez primeros son realmente bonitos, sobre todo lo que llaman el Bosque Encantado.
Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que el camino te abre los ojos a lo que no se ve
Hacemos una parada en La Posada del Peregrino, porque el nivel de Estrella de Galicia estaba bajando por momentos. También hay un motivo «fotografíable».
Nuestro amigo Jesús, peregrino con el que terminé el Camino Roma – Santiago, ha pedido un día de permiso en su trabajo y nos espera a cinco kilómetros de la Catedral.
Jesús nos ha hecho un obsequio impresionante
Juntos, los cuatro, hacemos la entrada en la Plaza del Obradoiro. Llevamos puestas unas camisetas que hemos decorado con nuestras fotos y la leyenda Camino Inglés, 2024.
La entrada en la Plaza, aunque por diferentes calles que otros caminos, llega también al arco donde se pone el gaitero a recibir a los peregrinos.
Esta vez, era gaitera y debía estar en el cambio de turno porque estaba recogiendo y no nos ha tocado la gaita.
Perooo, como hemos dado tantas vueltas por Santiago. En una de ellas lo he podido grabar. Nunca he sabido si toca una melodía determinada o aprovecha la afinación del instrumento para tocar lo que le viene en gana. Voto por la dos.
En la Plaza del Obradoiro nos esperaba María Dacuña, eterna peregrina de mil caminos. La conocí en Ourense cuando hice el camino de la Plata.
Estaba con ella un chico joven, cuya cara me sonaba. Y tanto, era Guilherme Ribeiro, peregrino y hospitalero. Hace años me entrevistó para hacer un trabajo de investigación.
Aunque ya tenemos muchas, recoger la Compostela, es algo que sigue haciendo ilusión y no puede faltar. Ahora, con la solicitud online, no hay que esperar apenas. Una vez comprobados los datos, ya sale impresa.
De nuevo en la Plaza, fotos sin parar, hay que recordar el día de nuestra llegada.
Guilherme, que está cursando la carrera de Geografía e Historia en la Universidad de Santiago, nos ha enseñado lugares que pocos conocen. Algunos, realmente curiosos, como el «agujero negro» de los deseos, por lo menos así lo bautizo yo. El Carallo 29. Las dos calles más estrechas de Santiago. Y otro extremadamente bonito: la biblioteca de su Universidad.
Hemos ido a comer todos, María, Guilherme, Cayetano, Jesús, Miguel Ángel, Antonio Soriano, un peregrino de 79 años, que está haciendo los caminos desde las cuatro provincias gallegas, una peregrina italiana y yo, al Restaurante Damajuana.
Nos despedimos de los amigos y dedicamos un tiempo antes de ir al hotel a comprar regalos para la familia.
Una escena típica de Santiago. Ver pasar a la tuna.
Por la tarde, duchadicos ya y más relajados, vamos a ver al apóstol, que está donde lo dejamos la otra vez. Aunque me ha parecido que los que lo cuidan son cada día más sosos. Prohibido esto, prohibido lo otro, prohibido hacer fotos. Pues no hay fotos.
Ha estado todo el día que si llovía que si no. Por la tarde, ya se ha decidido y llovía con ganas. Y cuanto más llovía menos ganas daba de pasear por Santiago.
No hay camino que no tenga fin.
Séneca
El hotel en el que estamos es el hotel México P.R. en la calle República Argentina. Tal vez sea la cuarta vez que estoy hospedado en él. Está a diez minutos de la Estación de Tren.
Mañana regresamos a casa, Cayetano a Alicante, Miguel Ángel y yo, a Zaragoza.
Bienaventurado eres, peregrino, porque has descubierto que el camino comienza cuando se acaba
2 respuestas a «Sigüeiro – Santiago de Compostela»
Al final cuantos kilómetros habéis hecho andando ?
Hola José Antonio, han sido cerca de 120 km. El Camino Inglés es cortito.